domingo, 1 de noviembre de 2015

ASTEROIDE DOS VECES MAYOR QUE EL QUE MATÓ A LOS DINOSAURIOS.

Hace años, científicos identificaron en la Península de Yucatán, México, los restos de un cataclismo que ocurrió hace 65 millones de años, donde una roca de más de 10 kilómetros de diámetro chocó contra la tierra, acabando con la era de los dinosaurios,

Hace un tiempo se anunció el descubrimiento de otro suceso.
Un equipo liderado por Andrew Glikson, de la Universidad Nacional Australiana, cuenta en la revista Tectonophysics que han encontrado los restos de un cráter de 400 kilómetros de diámetro en la cuenca de Warburton, en el centro de Australia. Aquel socavón inmenso habría sido provocado por un pedrusco que se partió en dos poco antes de llegar al suelo. Cada uno de aquellos fragmentos tenía un tamaño similar al que golpeó México.


Después de millones de años, la erosión y los procesos geológicos borraron el cráter, pero los investigadores perforando hasta dos kilómetros de profundidad como parte de una investigación sobre geotérmica, observaron restos de roca que se había convertido en cristal, un fenómeno que podría tener su explicación en la inmensa temperatura y presión que produce un asteroide justo antes del impacto. Además, según ha explicado Glikson, han encontrado enterradas dos “grandes bóvedas en la corteza, formadas como fruto del rebote de esa corteza después de dos grandes impactos”.



Glikson afirma que podría haber sucedido hace más de 300 millones de años y que las rocas que rodean el lugar que habría ocupado el cráter llegan hasta los 600 millones de años de edad.
“Muchas veces el impacto desencadena algo que luego tiene unos efectos a escala planetaria o acaban algo que ya había comenzado”, señala Martínez-Frías, investigador del Instituto de Geociencias IGEO. En el caso de los dinosaurios, por ejemplo, durante el millón de años previo al cataclismo, se produjeron prolongadas olas de frío con consecuencias desastrosas para los animales adaptados a un mundo tan caliente como el del Cretácico. El asteroide fue el último empujón para muchas especies que ya estaban al borde del precipicio.
La desaparición de los dinosaurios pudo facilitar el desarrollo de los mamíferos que, finalmente, acabaron por permitir la existencia humana. 
Ampliando el foco, conocer la fecha de impactos como el anunciado puede servir para relacionarlos con otros eventos a mayor escala.
En tanto, el equipo de Glikson seguirá analizando la escena.

Constanza Dalene Manosalva Balboa
http://elpais.com/elpais/2015/03/27/ciencia/1427475293_796189.html

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